Nieve… ¿en el océano?

Texto de Héctor Hernández González

Aunque parezca extraño, en el océano también ”nieva”. A diferencia de los cristales de hielo que caracterizan a la nieve convencional, la “nieve marina” consiste en agregados de diminutas partículas orgánicas que se desprenden de organismos muertos. Además de ser un fenómeno fascinante, las nevadas marinas son un proceso clave en la regulación de los niveles de CO2 en el planeta y, por lo tanto, de gran importancia para el cambio climático.

 La nieve marina es parte de un proceso mayor conocido como la bomba biológica. Le llaman así porque se encarga de bombear el CO2 de la atmósfera (principal gas de efecto invernadero) a las profundidades del fondo marino, en donde puede permanecer por largos periodos de tiempo. Este almacenamiento de CO2 en el fondo del océano es uno de los responsables de la reducción de los niveles de CO2 en la atmósfera.

Fig.1 Ciclo del carbono. Imagen tomada de Earth Observatory NASA

La bomba biológica consta principalmente de tres etapas. Primero, el CO2 que se encuentra en la atmósfera es utilizado por diversos organismos microscópicos que habitan en la superficie del océano para realizar fotosíntesis, así como para generar estructuras blandas (e.j. tejidos) y duras (e.j. esqueletos y conchas). En la segunda etapa, algunos de estos organismos “cuelgan los tenis” y sus cuerpos en descomposición son reducidos a diminutas partículas orgánicas. Durante la tercera etapa, estas partículas tienden a agruparse en cúmulos de diversos tamaños que se hunden en el océano suavemente, de forma similar a la caída de copos de nieve durante una nevada. Es por esto que a estos cúmulos de partículas orgánicas se les llama nieve marina. 

 A grandes rasgos, los “copos de nieve marina” pueden tener dos destinos: llegar al fondo del océano, donde pueden ser almacenados por meses o incluso millones de años, o ser degradados por las complejas comunidades microbianas que los envuelven. Debido a que el almacenamiento de la nieve marina en el fondo del océano está estrechamente relacionada con la concentración de CO2 en la atmósfera, la velocidad a la que los “copos” de nieve marina llegan al fondo del océano es crucial para el calentamiento global. Es decir, mientras más “copos” de nieve marina lleguen al fondo del océano y más rápido lo hagan, menor cantidad de este gas de efecto invernadero (CO2) estará libre en la atmósfera. Cabe señalar que esta velocidad es determinada por el tamaño de los copos de nieve marina y la tasa a la que las bacterias los degradan. 

Por esta razón, el estudio del metabolismo de los microbios que se encuentran alrededor de los “copos” de nieve marina es un tema directamente relevante para el cambio climático que puede ser estudiado a través de dispositivos de microfluidos (o laboratorios en chips). Sin embargo, esta historia se las contaré en otra ocasión.

Referencias

- Atlantic BiogeoChemical Fluxes. (s/f). The biological carbon pump. Recuperado el 2 de febrero de 2020, de National Environmental Research Council website: https://www.rapid.ac.uk/abc/bg/bcp.php

- Environmental microfluidics group. (2018). Environmental microfluidics group. Recuperado el 2 de febrero de 2020, de https://stockerlab.ethz.ch

- NOAA. (2018). What is marine snow? Recuperado el 2 de febrero de 2020, de National Ocean Service sitio web website: https://oceanservice.noaa.gov/facts/marinesnow.html

- OBC. (2020). Biological pump. Recuperado el 2 de febrero de 2020, de Ocean Carbon and Biochemistry project website: https://www.us-ocb.org/biological-pump/