Intentemos rECOnectarnos con nuestro medio ambiente a través de un lenguaje poco usual: el arte. En esta Semana de la Educación en México, recordemos a las personas la importancia de reconocer el lugar donde vivimos y los ecosistemas que nos rodean. Aprendamos a tener una mirada distinta que nos lleve a adquirir conciencia ambiental y conciencia estética de nuestro mundo.
Texto de Josué E. Esparza Escalante
Escuchar sobre las problemáticas actuales del planeta es uno de los temas más frecuentes que solemos encontrarnos en los medios de comunicación, ya que prácticamente es innegable que la existencia de los seres humanos ha generado problemas para otras formas de vida. Algunas ocasiones escuchamos hablar de este tema de forma alarmante, pero la mayoría de las veces sin un explicación intrínseca que nos ayude a comprender completamente por qué ocurren estos problemas y qué podemos hacer al respecto. Dentro de todo el tumulto de información y un chorro de cosas más que pasan en este mundo moderno, olvidamos, o a veces desconocemos, un gran aliado en este proceso: “La educación ambiental”. Pero… ¿qué es la educación ambiental? Existen muchas definiciones construidas para este concepto, según el Agroecólogo Martínez:
La Educación Ambiental es un proceso permanente en el cual los individuos y las comunidades adquieren conciencia de su ambiente, aprenden los conocimientos, los valores, las destrezas, la experiencia y, también, la determinación que les capacite para actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas ambientales presentes y futuros (Martínez R., 2010).
Es decir, la educación ambiental tiene implícita una componente esencial: la conciencia. Y es que el conocimiento para alguien puede significar muy poco si no es conciente de lo que sabe. Sin embargo, ser conciente ambientalmente hablando, muchas veces tampoco es razón suficiente para poner en marcha un tren de acciones que nos conduzca a reducir el impacto que como seres humanos estamos causando en este planeta. Autores como Hernán plantean la existencia de una conciencia estética que puede tener repercusiones sobre una conciencia ambiental. Un ejemplo claro es cómo se ve afectada la estética de un cuerpo de agua contaminado (con plástico, compuestos químicos, etc), en comparación con un cuerpo de agua que no está contaminado y se encuentra en equilibrio ecológico, de tal forma que una persona preferiría tener una convivencia más armónica y respetuosa a través de la percepción estética e implícitamente con un ambiente natural sano. (Hernán L. 1993).
Figura 1. Obra “An afternoon under the cherry tree” del artista contemporáneo Herman de Vries (1979). Preserva y ordena las hojas secas de un árbol de cerezo.
Hace falta entonces, encontrar un sentido de pertenencia y apropiación de la naturaleza más allá de la conciencia, a través de una conexión más profunda, como menciona Reyes “Quien no está emocionalmente conectado con el juego de juegos, que es el fluir de la vida, no puede defenderla como bien común” (Reyes J., 2014). Algunos educadores ambientales han decidido ejercer su labor a través del arte como el puente que vincula la conciencia y el conocimiento de la naturaleza, para generar un sentimiento afectivo que repercuta en una forma diferente de percibir el mundo y finalmente se refleje en comportamientos positivos para el ambiente. También puede ser visto como la influencia de de nuestras emociones sobre nuestros actos, que en temas ambientales puede guiar nuestras decisiones de manera más libre (Khon K., & Ramírez L., 2006). Educar a través del arte propone una visión que no separa el aprendizaje emocional del paisaje natural, a diferencia de como suele ocurrir con la enseñanza puramente científica, través del arte y la naturaleza, podemos reconectarnos y generar un vínculo con la naturaleza, un vínculo que permite una percepción holística del paisaje natural, donde formamos parte del mismo y no solamente somos los espectadores.
¿Por qué el papel del Arte podría redirigir la Educación Ambiental y más allá… el bienestar de la vida en el planeta? Hernan, en su texto llamado “Educación por el Arte y conciencia Ambiental” propone tres razones por las cuales todos los que se quieren dedicar su vida a educar en pro del ambiente, deberían considerar apoyarse en las artes:
- El trabajo con artes plásticas como la pintura, el grabado, el modelado, etc. genera un vínculo permanente con la materia que no se da de manera habitual en otras disciplinas, donde de manera directa se puede enseñar a reconocer el impacto de los materiales que se usan.
- Con el arte se establece un vínculo con el medio ambiente que difícilmente se logra en otras disciplinas, a través de la observación de: texturas, espacios, proporciones y otras formas de la naturaleza, y no solo en el aspecto meramente estético, p.ej: cuando alguien observa la naturaleza para pintarla, la puede representar a través de lo que ve pero también de lo que siente, esto implica la capacidad de crear relaciones personales con el ambiente a través del arte.
- Se puede denunciar de manera pacífica algún problema ambiental a través de expresiones artísticas como la escultura, la música, la danza, etc. lo que constituye una fuente de reflexión casi inagotable de nuestras actitudes como especie con el ambiente (Hernan L., 1993).
Fig 2. Pintura “Camino con cipreses”de V. Van Gogh (1890). Caminata por una ruta rodeada de naturaleza donde destaca la presencia de un Ciprés.
Y por si aún quedan dudas de por dónde comenzar, y para generar un poco de reflexión, me gustaría citar a Reyes en su conferencia magistral titulada: “Educación ambiental y arte: reencantando al mundo”:
Preservar el agua limpia, proteger el derecho de los niños a crecer y de los pájaros a volar, cantar una canción nueva, son también maneras, sencillas y profundas, de erradicar el terror a no ser, de contagiar el ánimo, de empuñar el alma. (Reyes J., 2014).
Incluso más allá de la complejidad de educarnos para comprender nuestro planeta y la capacidad que podemos desarrollar para cuidarlo, es importante recordar que tenemos herramientas como el arte y la educación, que aunque parezca una tarea difícil, nos dan tintes de esperanza en un lienzo que todavía no se termina de pintar.
Bibliografía: Hernán L. (1993). Educación por el arte y conciencia ambiental. Aisthesis, 25, pp. 27-33. Khon K. & Ramirez L.. (2006). La influencia del arte en la educación ambiental y como incide en patrones de comportamiento.. Enero 18, 2020, de Nomads United Sitio web: http://nomadsunited.com/pdf/edustudy.pdf López M, Vega M, & Loren L. (2017). EL ARTE COMO HERRAMIENTA PARA LA EDUCACIÓN AMBIENTAL. Enero 19, 2020, de Centro Nacional de Educación Ambiental Sitio web: https://www.miteco.gob.es/es/ceneam/articulos-de-opinion/2017-07-08-abril-vega-loren_tcm30-419306.pdf