A continuación: ¡Atínale al precio!

Después de reconocer que la imagen de Marco Antonio Regil vino a tu cabeza (y si no pensaste en él, agradece a la vida por no tener este horrible registro en tu mente), tómate un par de minutos para leer esto y al final atinarle al p…

Establecer un precio al carbono es necesario. Existen elementos económicos, sociales y ambientales que deben mantener un equilibrio para llegar a la exigencia de un costo por la emisión de gases de efecto invernadero, y con ello, la consolidación integral de un principio básico: el que contamina paga. O el que se lleva se aguanta, pa’ la banda.

aguantas

Las empresas/industrias que producen GEI’s en algún momento se ven obligadas por el gobierno a pagar por la emisión dichos contaminantes, pero ¿cuál es la forma en que se puede establecer un precio al carbono? Pues fácil, bueno la verdad no, es re difícil, pero se le puede llegar desde dos perspectivas: la fijación del precio de manera directa o de manera indirecta.

De hacerlo de manera directa, es decir, vía el establecimiento de un impuesto, se conoce cuánto se pagará por cada tonelada de CO2 emitida, sin embargo, no se sabe la cantidad final de emisiones depositadas en la atmósfera.

De hacerlo de forma indirecta, es decir vía mercado, se sabe cuál es el límite máximo de contaminantes en la atmósfera, pero el precio por tonelada de CO2 producida es incierto ya que éste se establece por la oferta y la demanda.

Aquí algunas particularidades:

Precio al carbono

IMPUESTO

MERCADO

Establecimiento de precio

Gobierno

Mercado

Estabilidad

Ο

Costo-efectivo

Ο

Si bien esto parece una lucha para decidir qué método es el más adecuado, es cierto que ambos pueden coexistir y relacionarse.

Por ejemplo: de existir un Sistema de Comercio de Emisiones en México (asignación de precio vía mercado), el impuesto que ahora se tiene a los combustibles fósiles en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios podría servir para establecer un precio mínimo (price floor). Lo que ayudaría a dar una mayor certidumbre en el mercado.

Ahora, agárrense porque viene algo impactante:

imagen1

 

Ahora algo más impactante y sin salirnos del tema:

La Comisión de Alto Nivel sobre los Precios al Carbono, considera que el precio al carbono ¡debe situarse entre los 40 y los 80 dólares por tonelada de CO2 para el 2020 y entre 50 y 100 dólares para el 2030! siempre y cuando existan bases legales claras que lo impulsen.

Situación un tanto compleja si tomamos en cuenta que

imagen2

Pero bueno, puedes estar tranquilo debido a que la misma Comisión señala que si bien aquellos precios son los ideales, por medio de otros precios más bajos pero con otras políticas e instrumentos más fuertes puede llegarse a buenos resultados.

Como puedes notar, establecer un precio al carbono no es cosa fácil. Si bien hemos visto que se puede llegar a él vía impuesto o vía mercado, existen ciertos aspectos previos que deben tomarse en cuenta para su diseño, elementos tales como la robustez y calidad de datos de los inventarios de emisiones y la armonización con otras políticas públicas.

Recordemos que el paradigma de este nuevo siglo yace en la SUSTENTABILIDAD, es decir, en el equilibrio entre factores ambientales, económicos y sociales; por ello, si bien implementar un alto precio al carbono garantizaría la calidad del aire, éste podría afectar la economía familiar si no está pensado de manera integral.

Así que no queda de otra, a atinarle al precio, a uno que nos proteja y nos funcione a todos.