This is an authorized translation of an Eos article por Planeteando. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos por Planeteando
Se encontró que el oscurecimiento costero, una amenaza ambiental que investigadores apenas empiezan a estudiar, reduce dramáticamente la productividad del kelp
Por Doug Johnson | 5 de noviembre 2021
Esta historia es parte de la cobertura de la semana de Covering Climate Now (Cubriendo el clima ahora) centrada en “Código rojo: La cumbre mundial del clima”. Covering Climate Now es una colaboración periodística global comprometida con el fortalecimiento de la cobertura de la historia climática.
En el golfo de Hauraki de Nueva Zelanda, las olas chocan contra los acantilados y arrastran tierra al océano, mientras que los barcos y las tormentas levantan el sedimento del fondo marino. Los ríos transportan fertilizantes del continente que provocan el florecimiento de algas que bloquean la luz, que se mezclan con la contaminación de Auckland. Juntos, nublan el océano costero, privando a los organismos que viven en las profundidades de la columna de agua de su principal fuente de energía: la luz solar.
Como amenaza ambiental, este fenómeno, llamado oscurecimiento costero, está relativamente poco estudiado. Hay un creciente número de trabajos que intentan comprender cómo se produce el oscurecimiento costero y qué podría significar para el océano y la vida dentro de él. Un artículo publicado en 2020, por ejemplo, sugiere que el oscurecimiento costero podría atrofiar y cambiar la abundancia relativa de diferentes poblaciones de fitoplancton. Otro de 2019 señaló que el oscurecimiento costero podría retrasar el momento de florecimiento del fitoplancton, con posibles consecuencias para los organismos que dependen de ellos. Y, como muestra una nueva investigación, el oscurecimiento de las costas también puede amplificar los efectos del cambio climático.
El oscurecimiento de las costas puede obstaculizar gravemente el crecimiento de las algas marinas, reduciendo su productividad hasta en un 95 %
Caitlin Blain, ecologista marina de la Universidad de Auckland, dice que el oscurecimiento de las costas puede obstaculizar gravemente el crecimiento de las algas marinas, reduciendo su productividad hasta en un 95 %. Esta caída en la productividad de las algas podría tener una serie de consecuencias para los peces y otros organismos que utilizan las algas como alimento o refugio. También podría alterar la capacidad del kelp para secuestrar carbono, con consecuencias para el clima global.
Para hacer este descubrimiento, Blain y su equipo se aventuraron en el golfo de Hauraki para estudiar siete bosques de Kelp, que en su mayoría están compuestos por Ecklonia radiata. En cada sitio instalaron dos registradores de luz, uno en la superficie y otro a 10 metros de profundidad entre las algas, para medir la disponibilidad de luz solar.
Cada uno de los siete bosques de kelp estaba afectado por diferentes niveles de partículas en el agua. Los sitios más cercanos a áreas urbanas como Auckland, o a ríos que atraviesan tierras agrícolas, tienden a estar más oscurecidos que aquellos más alejados de las entradas terrestres de contaminación por partículas.
En el transcurso de un año, el equipo regresó a los sitios cuatro veces para medir el crecimiento de 20 kelps de muestra. Tanto en la naturaleza como en el laboratorio, el equipo también colocó muestras en cámaras de fotorrespirometría para medir la cantidad de oxígeno que producía cada una con diferentes cantidades de luz. Según Blain, la cantidad de oxígeno que produce el kelp es aproximadamente igual a la cantidad de carbono que utiliza para crecer y, por lo tanto, la cantidad de carbono que secuestra.
Los científicos encontraron que debido al efecto de bloqueo de la luz solar por la contaminación por partículas, el sitio más oscuro recibió un 63% menos luz solar que el más claro. La escasez de luz significó que en el sitio más oscuro, la productividad primaria del kelp, la tasa a la que convierte la energía del sol en materia orgánica, fue un 95% menor. Los kelps que crecieron ahí acumularon 2 veces menos biomasa. En general, el equipo descubrió que el oscurecimiento costero provocó que los bosques de algas marinas fijaran hasta 4.7 veces menos carbono.
Una investigación de 2016 sugiere que los bosques de Kelp del mundo capturan hasta 200 millones de toneladas de carbono cada año. Sin embargo, todavía no está claro hasta qué punto los bosques de algas actúan como sumideros en el ciclo global del carbono, dice Blain por correo electrónico: “Estamos aprendiendo que los bosques de algas son algunos de los ecosistemas más productivos del planeta y probablemente contribuyan de manera importante al secuestro de carbono. Sin embargo, su contribución es muy específica de la especie y la ubicación, y en última instancia se degrada por los impactos humanos, como el oscurecimiento de las costas y los cambios de temperatura provocados por el clima “.
Oliver Zielinski, quien dirigió el ahora desaparecido proyecto Coastal Ocean Darkening (Oscurecimiento Costero del Océano) en la Universidad de Oldenburg en Alemania, dice que aunque los investigadores están comenzando a comprender la mayoría de las causas detrás del fenómeno, todavía hay mucho que aprender sobre sus impactos más amplios en la vida acuática. y el océano en general. “Necesita una investigación mucho más exhaustiva”, dice.
El oscurecimiento costero es complejo. Es la culminación de innumerables procesos en tierra y en el océano, y las causas precisas varían de una costa a otra. Una causa, por ejemplo, tiene que ver con la materia vegetal de los árboles que caen a los ríos, se disuelven en una lechada marrón y fluyen hacia el océano para bloquear la luz solar. En casos como este, el efecto depende de los tipos de árboles cercanos, ya que sus hojas y ramitas se disolverán en diferentes compuestos con diferentes efectos sobre la luz. En Noruega, los esfuerzos concertados de plantación de árboles han provocado, irónicamente, un aumento del oscurecimiento de las costas. Aprender a mitigar el oscurecimiento costero, dice Therese Harvey, ecóloga marina y bioóptica del Instituto Noruego de Investigación del Agua que no participó en el nuevo estudio, requerirá que los científicos lo aborden desde una perspectiva amplia e interdisciplinaria.
Minimizar un mayor calentamiento antropogénico es un paso claro hacia la mitigación del oscurecimiento costero
Sin embargo, minimizar un mayor calentamiento antropogénico es un paso claro hacia la mitigación del oscurecimiento costero, dice Harvey. Se prevé que el cambio climático hará que en algunas partes del mundo llueva más. Esto, a su vez, podría significar que más detritos, material orgánico y fertilizantes lleguen al océano. Pero la investigación de Blain sugiere que aprender a combatir el oscurecimiento costero también puede ayudarnos a enfrentar el cambio climático.
Blain también señala que, a diferencia de otros problemas climáticos provocados por el hombre, como el aumento de las temperaturas globales, el oscurecimiento costero se puede abordar a nivel local porque cada costa lo experimenta de manera diferente. Además, hay medidas, como prohibir el desarrollo cerca de algunos cuerpos de agua o combatir la erosión costera, que los países pueden tomar para ver resultados rápidos.
A pesar de la complejidad, la amenaza que representa el oscurecimiento costero es, en esencia, increíblemente simple: “Afecta a la luz, y la luz afecta a toda la vida en el mar”, dice Harvey.
Esta historia apareció originalmente en Hakai Magazine y es parte de Covering Climate Now, una colaboración periodística global comprometida con el fortalecimiento de la cobertura de la historia climática.
This translation was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando. Traducción por Daniela García Ramírez y edición de Anthony Ramírez-Salazar (@Anthnyy).
Imagen de portada: Bosque de Kelp. Fuente NOAA