This is an authorized translation of an Eos article por Planeteando. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos por Planeteando
Investigadores que trabajan en el desierto de Atacama en Chile han recolectado cientos de “atacamitas” que sugieren que el meteorito golpeó la región hace aproximadamente 8 millones de años.

Katherine Kornei | 5 de agosto del 2021
Los cráteres evidencian los impactos masivos de meteoritos. Pero en un planeta erosionable como la Tierra, éstos desaparecen con el tiempo. Científicos han encontrado ahora una tarjeta de presentación mucho más sutil de un impacto – pequeños nódulos de vidrio, formados a alta presión y temperatura – esparcidos en cientos de kilómetros en el desierto de Atacama en Chile. Estos objetos de solo unos centímetros, que han sido apodados por los científicos como “atacamitas”, fueron probablemente formados cuando un meteorito rico en hierro chocó con la Tierra hace cerca de 8 millones de años, concluyó el equipo.
Un viaje aéreo
Las rocas espaciales que entran a la atmósfera terrestre -meteoros- se mueven típicamente a muchos kilómetros por segundo y dan un golpe feroz si chocan con el planeta. Toda esa energía puede derretir rocas terrestres con cuarzo y lanzar el material resultante muy alto en la atmósfera, donde se solidifica de nuevo en el aire. Los nódulos de vidrio resultantes a menudo tienen formas aerodinámicas características que reflejan su viaje aéreo.
Estos “vidrios de impacto” son relativamente raros, sin embargo: Antes del descubrimiento en Chile, solo 5 agrupaciones geográficas de vidrios de impacto eran conocidas. “Sorprendentemente hay pocos de ellos”, dijo Aaron Cavosie, científico planetario del Centro Espacial de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Curtin en Perth, Australia, quien no participó en la investigación. “Son especiales”.
Encontrar nuevos sitios con vidrios de impacto es muy emocionante, agregó Marc Fries, un científico curador del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, quien tampoco participó en la investigación. “Esto le agrega al registro de impactos sobre el planeta”.
Buscando en el desierto
Michael Warner, un ingeniero eléctrico del Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja en La Serena, Chile, ha estado buscando meteoritas en el Desierto de Atacama desde el 2002. Es el lugar ideal para buscar rocas espaciales, dijo, porque tienden a solo quedarse ahí en lugar de ser arrastradas o enterradas por la erosión. “La superficie no ha sido alterada por alrededor de 20 millones de años”.
“Pensé que se veían como popó de rata”.
En 2007 Warner encontró su primer meteorito, un espécimen de apenas medio kilogramo. Cinco años después, en otro viaje al desierto de Atacama, Warner y su hijo encontraron una plétora de objetos pequeños y negros. No había mucho que observar, recordó Warner padre. “Pensé que se veían como popó de rata”. No obstante, recogió algunos de los objetos del tamaño de un centímetro y envió seis por correo a Jérôme Gattacceca, un geólogo del Centro Nacional de Investigación Científica en Aix-en-Provence Francia, quien previamente había ayudado a Warner a clasificar sus hallazgos.
Gattacceca se intrigó inmediatamente. “Lucían inusuales”, dijo. Gattacceca descartó que fueran rocas basálticas comunes, y concluyó que las muestras eran vidrios de impacto. Sus formas suaves y redondas -incluyendo varillas, lágrimas y mancuernas- fueron una pista. “Puedes ver que fluyeron en la atmósfera” dijo Gattacceca.
Un tesoro de vidrio
Gattacceca y varios de sus colegas desde entonces han viajado al desierto de Atacama para recolectar más. Su trabajo de campo, que empezó en 2014, ha revelado más de 23,000 de estas atacamitas.
“Las atacamitas no tienen un equivalente entre los conocidos vidrios de impacto terrestres eyectados”
Gattacceca y sus colaboradores analizaron varias de las atacamitas en el laboratorio y mostraron que son formadas en gran medida por rocas terrestres, como se esperaba. Pero el material meteorítico – más notablemente el hierro, níquel y cobalto – conforma cerca del 5% de la composición del peso de las atacamitas, notaron los investigadores. Esa es una contribución extraterrestre significativamente más grande que lo que se encuentra típicamente en los vidrios de impacto. “Las atacamitas no tienen un equivalente entre los conocidos vidrios de impacto terrestres eyectados”, reportó el equipo en junio en Earth and Planetary Science Letters
Usando el material extraterrestre encontrado en las atacamitas, Gattacceca y sus colegas supusieron que el meteorito que produjo los vidrios de impacto es muy probable que estuviera conformado principalmente por hierro. El impacto que creó las atacamitas ocurrió hace cerca de 8 millones de años, sugirió la datación por fisión, pero misteriosamente no hay evidencia de un cráter dentro del campo sembrado de aproximadamente 25 por 25 kilómetros. Probablemente se erosionó, sugirieron los investigadores, pero no abandonarán la investigación aún. Están buscando en imágenes satelitales y están planeando un futuro viaje para trabajo de campo en la región. “Regresaremos”, dijo Gattacceca.
-Katherine Kornei (@katherineKornei), escritora de ciencia.
This translation was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando. Traducción por Sofía Lilián Farías Barona (@sofifariasb) y edición de Anthony Ramírez-Salazar (@Anthnyy).
Imagen de portada por Alfonso Moreno en Unsplash