Este 2020 nos brindó el espacio para reflexionar y cuestionar nuestros hábitos de consumo. Conforme pasan los días, los espacios de expresión se inundan de una ola de personas que cada vez cuestiona más a las marcas y la ropa que usa. Ejemplo de esto, es la creación del Primer Índice de Transparencia de la Moda en México.
La industria de la moda por muchos años fue catalogada como una industria banal y superficial, vendida como un estilo de vida que promovía el egocentrismo y remarcaba los constructos sociales de género con un trasfondo patriarcal y capitalista. Que además devasta ecosistemas e ignora su responsabilidad social para con sus trabajadorxs. Sin embargo, para muchas otras personas, la moda es un arte y un medio de expresión, sin olvidar que es, en efecto, una necesidad y una de las mayores industrias empleadoras a nivel mundial.
Este 2020 nos brindó el espacio para reflexionar y cuestionar nuestros hábitos de consumo. Conforme pasan los días, los espacios de expresión se inundan de una ola de personas que cada vez cuestiona más a las marcas y la ropa que usa (de dónde viene, quién la hizo y de qué está hecha).
A mediados del mes de diciembre de uno de los años más apocalípticos (2020), Fashion Revolution en colaboración con ARLENICA, crearon el primer Índice de Transparencia de la Moda en México. Es una herramienta que servirá como guía para que marcas y retailers (sector económico que engloba a las empresas especializadas en la comercialización masiva de productos o servicios uniformes a grandes cantidades de clientes) se sumen al compromiso con la transparencia en la cadena de suministro y así contribuir a una industria más competitiva, justa con sus trabajadorxs y comprometida con la sustentabilidad.

Hace siete meses, analizamos con un gran optimismo, los dos escenarios que lxs expertxs pronosticaban para el mundo de la moda e industrias asociadas al “término” del confinamiento por la Covid-19. Y si bien, ni el confinamiento, ni la pandemia han terminado, sucesos tan importantes en la industria de la moda en México como el lanzamiento de este primer índice, son un buen pretexto para hacer un recuento con un desenlace probablemente alentador.
En uno de estos escenarios, y el menos optimista, la moda volvería a basarse en el modelo lineal anticuado de tomar-hacer-deshacer, planteando que lxs consumidorxs (a quienes a partir de ahora nos referiremos como “usuarixs”) volverían a comprar en tiendas físicas, de la misma manera que lo hacían meses atrás. ¿Te suena familiar?
Pues resulta que, en julio frente a una reapertura escalonada de centros comerciales en la Ciudad de México, lxs capitalinxs se dieron cita horas previas a dichas reaperturas para ser lxs primerxs en volver a comprar, bajo la promesa de aparadores llenos de ofertas y meses sin intereses. Carteles con leyendas como ¡Compre hoy y empiece a pagar en enero de 2021! O ¡Compre 4 y pague 3! Se veían por todos lados.

Y por si no habían sido suficientes todas esas compras, tuvimos no uno ¡sino dos fines de ofertas en el Buen Fin!, para evitar aglomeraciones, claro. Del 9 al 20 de noviembre y con aguinaldos adelantados para algunxs “afortunadxs”, la versión mexicana del Black Friday edición 2020 recaudó 141 mil 600 millones de pesos, que significó un incremento del 20% en comparación con los 118 mil millones de pesos que lxs mexicanxs gastaron en 2019
El resultado sorprendió a muchxs, ya que se esperaba una respuesta poco alentadora por parte de la población debido a las restricciones en la movilidad, así como por el decrecimiento económico de ese año; sobre todo porque en el mes de agosto se registró una alta tasa de desempleo. Pero a cada acción, corresponde una reacción, y todas esas compras que no pudieron esperar, entre otros factores, nos llevaron a volver a semáforo rojo en el área metropolitana.

Ahora sí viene lo bueno…
En el más optimista de los escenarios (promovido ya desde años atrás), presenciaríamos y seríamos parte de “Una nueva economía textil”. Teniendo como base los principios de la economía circular y trabajo justo, se llamaría a las industrias involucradas en las cadenas de suministro de la moda a adoptar una nueva visión para lograr este objetivo.
Este modelo buscaría siempre aumentar la durabilidad de los productos, ofreciendo beneficios a la economía, la sociedad y el medio ambiente. La ropa se diseñaría para durar más, usarse más y alquilarse fácilmente, revenderse, reciclarse, y las emisiones tóxicas y contaminantes se reducirían. Invitaría a la industria a explorar nuevos materiales, aprovechar los avances en tecnología, diseño y encontrar formas de escalar a mejores tecnologías y soluciones.
Veríamos también el ascenso de iniciativas como “Hazlo tu mismx”, intercambios de ropa, compras de segunda mano y la revolucionaria tarea de reparar, reinventar y zurcir. ¿Te sientes más familiarizadx con este escenario?
Esto se debe a que, gracias a la participación colectiva, en conjunto con movimientos sociales de trabajadorxs textiles, artesanos y organizaciones como Fashion Revolution, cada vez se ha ido haciendo más común asociar la moda con sustentabilidad y prácticas justas con las personas que hacen nuestra ropa. De ahí, que uno de los pocos regalos que nos dejó el 2020 fue el Primer Índice de Transparencia de la Moda en México (que además es el segundo en latinoamerica después de Brazil y el tercero en su tipo).
En su presentación, Fashion Revolution expresa que el índice tiene por objetivo ser una herramienta que coadyuve a mejorar la calidad de vida de lxs trabajadorxs involucradxs en el sector, así como a concientizar sobre un uso más racional de sus materias primas y recursos naturales, estimulando con ello, una industria donde impere la justicia social y ambiental, la transparencia, la trazabilidad y la seguridad.
Este índice, revisa y clasifica 20 de las principales marcas y minoristas con mayor volumen de ventas anual, que operan en el mercado mexicano. Mediante el análisis de la cantidad de información que difunden éstas sobre sus políticas, prácticas e impactos sociales y ambientales, asigna un puntaje con valor en porcentaje de transparencia.

Los resultados de esta primera edición arrojan cifras que revelan que las marcas mexicanas aún tienen un largo camino por recorrer en sus niveles de transparencia al obtener un promedio general de 7%, muy por debajo de los resultados de los índices mundiales (20%).
“En un mundo post pandémico, queremos ver modelos de negocio más sostenibles, relaciones industriales maduras y trabajadores que reciban un pago justo y un trato digno. La transparencia es vital y urgente porque nos ayudará a hacer que las marcas rindan cuentas cada vez que evaden su responsabilidad y sus costos asociados en situaciones como la que vivimos”, declaró Carry Somers, Fundadora y Directora de Operaciones Mundiales de Fashion Revolution.
“En un mundo post pandémico, queremos ver modelos de negocio más sostenibles, relaciones industriales maduras y trabajadores que reciban un pago justo y un trato digno. La transparencia es vital y urgente porque nos ayudará a hacer que las marcas rindan cuentas cada vez que evaden su responsabilidad y sus costos asociados en situaciones como la que vivimos”
¿Cómo puedo contribuir a una Revolución en la moda?
Quien dice que las acciones individuales no cambiarán al planeta, no se enteró que la editorial más emblemática del mundo de la moda, VOGUE, le dedicó una nota entera a dos jóvenes de 21 y 22 años, quienes se dedican a darle una segunda vida a las prendas que estaban destinadas al tiradero y además, comparten sus creaciones en TikTok, invitando a las personas a involucrar prácticas como el upcycling a su vida. Lo personal, es político. Y seguro que estos chicos tampoco imaginaron que sus ganas de aportar al mundo, llegarían a audiencias de esa magnitud.
Boomer si no, a que en 2020 te encontraste con al menos una prenda vintage en Instagram, Facebook o TikTok que te robó el corazón. O a que alguna cuenta de ropa de segunda mano, comenzó a seguirte en Instagram. O que algunx de tus amigxs, se creó un perfil de Facebook para vender la ropa que ya no usaba y quizás ahora es su principal fuente de ingresos. La elección más sustentable en cuanto a ropa se refiere, es no comprar, la segunda es comprar usado, intercambiar y reparar. ¡Apoya a tu amix emprendedxr! y aunque no sea tu amix, la labor que hace merece reconocimiento.
El chiste es llevarle la contraria al capitalismo. Tumbar el patriarcado. Y como buen millenial o gen-z, alfa etc., ya entendimos que debemos dejar de comprar todo lo que nos dicen que nos hará felices. Ya entendimos también que tenemos el mayor poder sobre nuestras manos y que si moldeamos nuestras preferencias, los modelos de producción deben adaptarse a nosotrxs, y no viceversa.
Casi para terminar, vuelvo a citar las sabias palabras de Carry Somers ´´En la física, el efecto observador es una teoría que sostiene que la observación de un fenómeno lo cambia inevitablemente. Hoy en día, estamos viendo que algo similar sucede con la industria de la moda. Las marcas están bajo escrutinio; saben que las estamos observando y, como resultado, están empezando a cambiar su comportamiento. Sin embargo, todavía no nos dicen lo suficiente. Hay muchas cosas que no se dicen, que no se ven o que se pasan por alto. Nuestra ropa sigue escondiendo a los vulnerables y los explotados, a los ríos contaminados y los océanos de plástico.´´
Sé curiosx, realiza compras inteligentes, incorpora prácticas revolucionarias en tu vida, crea alianzas, porque estas alianzas nos llevarán a tener un futuro sostenible. Basta ya de la moda superflua y banal. Es tiempo para una revolución en la moda.
Ana Yañez (@GuionBajoBlue), estudiante de Biología
Imagen destaca tomada de Tu reflejo
[…] detectar las rutas hacia la trazabilidad y promover un uso eficiente de las materias primas. A las 20 marcas que fueron evaluadas el año pasado, éste año se les suman otras 11, con lo que se consolidan 3 de corte internacional y 28 de […]