La violencia aumenta con el cambio climático

This is an authorized translation of an Eos articleEsta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.

This translation was made possible by a partnership with PlaneteandoEsta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando. Traducción de Luis David Coazozon García

Las tensiones derivadas de los procesos ambientales están llevando a un aumento en la violencia de género en todo el mundo.

huracanes
Un nuevo estudio identifica los vínculos entre problemas ambientales (incluyendo eventos meteorológicos extremos como huracanes) y violencia de género. Crédito: NASA

El cambio climático y la degradación ambiental están incrementando la violencia contra las mujeres y obstaculizando el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, según un nuevo informe publicado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El empeoramiento de las condiciones en todo el mundo podría conducir a un incremento de la violencia en medida que los recursos naturales comiencen a escasear.

Los más vulnerables a menudo se ven afectados de manera desproporcionada por problemas ambientales: un informe del grupo de investigación Lancet Countdown encontró que los niños y las mujeres embarazadas sufrirán el aumento de las temperaturas y la contaminación del aire en las próximas décadas; las comunidades afroamericanas están más expuestas a la contaminación del aire; y las personas de color, particularmente los nativos americanos, están más expuestos a los incendios forestales.

En el último reporte, los investigadores estudiaron los vínculos entre los problemas ambientales (incluida la deforestación, la minería ilegal, los desastres relacionados con el clima, la sequía y el cambio climático) y los casos de violencia de género. Las personas de cualquier género pueden experimentar violencia, incluyendo violencia doméstica, agresión sexual, prostitución forzada y otros actos de abuso. Debido a las normas sociales y culturales, las mujeres y las minorías de género suelen estar en mayor riesgo.

Combinando información de investigaciones publicadas en revistas arbitradas, informes organizacionales, artículos de noticias, casos de estudio y la encuesta de la UICN, los autores encontraron estrechos vínculos entre el empeoramiento de los factores de estrés ambientales y un aumento en la violencia de género.

“La precedencia, la vulnerabilidad, la probabilidad y las tasas reales de violencia ya están aumentando claramente en algunos contextos”, dijo Cate Owren, gerente senior de en UICN y autora principal del informe. “Estamos en una trayectoria peligrosa”.

La violencia como control

Las estrictas normas y reglas de género, así como las leyes, limitan a quienes tienen acceso a los recursos, como las mujeres agricultoras que no pueden vender alimentos en el mercado debido a su género. La violencia, dijo Owren, “se usa de manera generalizada como una herramienta para negociar el poder, para mantener el desequilibrio de poder y mantener intacta la desigualdad”. El informe estima que una de cada tres mujeres experimenta violencia de género en su vida.
En un caso de estudio en Vanuatu, la violencia de pareja aumentó en un 300% después de dos ciclones tropicales. Owrens señaló que la violencia doméstica también aumentó en Australia después de varios años de sequía, y en general, el informe describe cómo aumenta la violencia de pareja cuando los hombres intentan controlar recursos limitados bajo las presiones y amenazas ambientales.

Las tensiones por la escasez de recursos también pueden reforzar las desigualdades de género, como las familias que fuerzan a sus hijas a casarse a una edad temprana. Ntoya Sande, una mujer que se casó a los 13 años en la aldea de Kachaso, Malawi, dijo en el informe que antes de su matrimonio, las tierras de su familia habían sufrido inundaciones. “Me enviaron a casarme por la escasez de comida en la casa. De lo contrario, habrían esperado.” Malawi ahora enumera el matrimonio infantil como un riesgo mayor en su documento de 2015 acerca de evaluación de necesidades posteriores al desastre.

Un estado de derecho débil puede llevar a las autoridades a hacer la vista gorda ante el abuso. La minería ilegal, la pesca, la tala y otras prácticas pueden conducir a la explotación sexual. El informe señala que en África oriental y meridional, los vendedores de pescado exigen sexo a las mujeres a cambio de los peces, y se estima que 1,000 hombres y niños, la mayoría de los cuales tenían 14 años o menos, fueron traficados solo en 2015 en la industria pesquera ilegal cerca de Indonesia.

“Necesitamos abrir los ojos”

Dado que el cambio climático provocará desastres como sequías, eventos meteorológicos extremos y otras consecuencias, los autores del informe advierten que estas situaciones conducirán a mayores tasas de violencia. “Concluimos que esta es una trayectoria muy preocupante”, dijo Owren.

Los defensores del medio ambiente corren un riesgo particular. Según la investigación publicada el año pasado, los activistas en la línea de defensa de la tierra y los recursos naturales son cada vez más asesinados, y las mujeres, en particular las indígenas, enfrentan amenazas crecientes, como se describe en el último informe.

Las organizaciones que abordan los impactos ambientales deben considerar cómo sus esfuerzos impactan la violencia de género; de lo contrario, las soluciones pueden hacer más daño que bien, según el informe. Las personas LGBTQ+ pueden enfrentar amenazas en los centros de evacuación después de un desastre o encontrar problemas con los esfuerzos de ayuda cuando los documentos oficiales no coinciden con su identidad o presentación de género.

La planificación de la gestión del riesgo de desastres debe mitigar estos desafíos, según Owren. “Tenemos que abrir los ojos”, dijo. “Esperamos que esta publicación contribuya como … un verdadero llamado a la acción”.

Historia por: Jenessa Duncombe (@jrdscience), becaria de redacción y producción de noticias de EOS.