Lo que no nos cuenta el gobierno: de la línea 12 del metro y la indemnización de la pobreza

Ilustración de un vagón lleno del metro de la Ciudad de México

Ciudad de México despertó la mañana del 4 de mayo para entrar en una pesadilla. A dos semanas del colapso de un vagón de metro de la línea 12, la rabia, el enojo, la tristeza y la impotencia nos abrazan. Mientras los medios nos llaman a encontrar responsables y enumeran a los posibles, familiares de las víctimas velan a las 26 personas fallecidas. ¿Y el gobierno? El gobierno de la capital mexicana salió a dar una conferencia de prensa para acatarrarnos una y otra vez con el cómo y el por qué, los recursos destinados al metro se mantienen estables e incluso se incrementaron en términos relativos a partir de la pandemia por Covid-19. Además, dicen que realizarán las investigaciones correspondientes para encontrar responsables y entonces proceder. ¿Proceder cómo?, ¿indemnizando la pobreza?, ¿recursos estables respecto a qué?, ¿responsables ante quién?

La obstinación de las autoridades nos confunde para terminar diciéndonos absolutamente nada. Y, a mi lo que me parece es que insistimos en cuestionar al gobierno sobre lo mismo. Por un lado, insistimos en encontrar respuestas comparando los recursos destinados al metro en años anteriores, con los recursos destinados al metro actualmente. Y por el otro, insistimos en problematizar todo el asunto a partir de los actos de corrupción que dieron lugar a la línea dorada del metro. No niego la importancia de abordar esto, pero tal vez la insistencia podría ir por otro lado. Quienes vivimos en esta ciudad sabemos que, aunque los recursos del metro se mantengan estables y encuentren a los responsables de esta tragedia, seguiremos sin saber por qué el metro de la capital mexicana ¡sobrevive su propia deficiencia desde hace décadas! Tampoco nos explica por qué la clase trabajadora afronta siempre, las consecuencias de los intereses políticos y negligencias de quienes dicen gobernarnos. 

Lo que sí nos lo explica es lo siguiente: por décadas las autoridades le han apostado a un modelo de movilidad obsoleto e inequitativo, y te cuento por qué. Hay una relación inversa entre los recursos públicos que se destinan al automóvil privado que es usado por la minoría de la población, y los recursos públicos que se destinan a la mayoría de la población, que en general camina o usa transportes colectivos como el metro. Y cuando digo relación inversa, creeme, es realmente inversa. Te doy un ejemplo, según el ITDP, entre 2011 y 2017 el promedio del gasto destinado a la movilidad urbana sostenible en el Valle de México fue del 29%, en comparación con el promedio dedicado al automóvil que fue del 71%. Por otro lado, según la Encuesta Origen Destino 2017, en el Valle de México en un día entre semana, 10.30 millones de personas hacen viajes caminando, 7.96 millones hacen viajes en transporte público y/o concesionado (microbuses, combis, metro, metrobus, taxi) y 3.48 en transporte privado (automóvil, motocicleta, transporte escolar y de personal). ¿Lo ves?, ¿ves el absurdo que yo veo?, ¿lo que no nos cuenta el gobierno?

Gráfico mostrando el gasto en proyectos de movilidad en el Valle de México de 2011 a 2017
Fuente: ITDP, Invertir para movernos

Y, aunque el gobierno actual llegó en el 2018, su política de movilidad no puede ser muy diferente, cuando lo que presenciamos es el autoritarismo con el que han querido imponer la construcción de un puente vehicular de seis carriles que está destruyendo al menos 3 hectáreas de humedales en Xochimilco. Un espacio fundamental para el equilibrio ecológico de nuestra ciudad. ¡Invierten 680 millones de pesos en un modelo obsoleto, discriminatorio, e insostenible! Seguimos esperando el día en que el gobierno de esta ciudad nos muestre de forma clara por qué no está dedicando esos recursos a la movilidad urbana sostenible, y por qué los dedica a engrandecer esta brecha de desigualdad social. No necesitamos que sigan indemnizando la pobreza de tiempo, de accesibilidad, de seguridad, o de recursos de la mayoría de las personas en esta ciudad que usan el transporte público. Lo que necesitamos es articular los mecanismos necesarios para erradicar esa pobreza. Lo que necesitamos en este país es transporte público digno, el efectivo Derecho a la Movilidad y el Derecho a la Ciudad

Imagen de portada ilustración de @malditoperrito, usada con permiso del autor.