Entre la investigación y la indiferencia: estudiar geociencias ante la injusticia hídrica

¿De qué sirve generar riqueza científica si no se garantiza el acceso al agua potable a los pueblos que han cuidado el territorio durante milenios?

Imagina que vives en Canadá, el país que concentra el 20% del agua dulce del mundo. Toda tu vida has visto comerciales de grandes lagos y fuentes cristalinas, y en las ciudades abundan los campos de golf perfectamente regados. Mientras tanto, tu comunidad lleva más de cuarenta años hirviendo agua contaminada. Esa es la realidad de la Nación de Kahkewistahaw¹,², y no es un caso aislado.

En Norteamérica, la abundancia de agua dulce contrasta brutalmente con la situación de millones de personas indígenas que siguen sin acceso seguro a este recurso vital. En Canadá, cerca de cuarenta comunidades llevan tres décadas bajo un aviso de agua no potable²,³. En Estados Unidos, tres de cada diez hogares navajo carecen de agua corriente⁴ y más del 75% de los hopi consumen agua con arsénico⁵,⁶. En México, comunidades mixes en Oaxaca⁷ y zapotecas en el Valle Central⁸ dependen de sistemas comunitarios improvisados frente a la negligencia estatal, mientras los cenotes mayas en Yucatán se contaminan por la expansión de granjas industriales⁹.

Explicar esta crisis desde la geociencia no es complicado. En los suelos kársticos de Yucatán, la alta permeabilidad permite que los vertidos industriales alcancen los acuíferos en cuestión de horas; lo sabemos, pero las porcícolas siguen operando sin regulaciones⁹. En los territorios desérticos de la Nación Navajo, la escasez natural se ha agravado por décadas de minería de uranio y carbón⁶. En las regiones de permafrost como Grassy Narrows, Ontario, los estudios muestran que el mercurio vertido hace más de medio siglo continúa liberándose de los sedimentos, envenenando peces y generaciones enteras¹⁰. Los números están ahí, pero las soluciones factibles pocas veces llegan.

Aquí está el punto que nos debería incomodar como científicxs: el conocimiento existe, pero se distribuye perpetuando la visión colonial. Mientras las universidades norteamericanas gradúan cada año cientos de hidrogeólogxs, geoquímicxs, científicxs y especialistas ambientales¹¹, las comunidades indígenas siguen dependiendo de plantas de tratamiento obsoletas que colapsan cada pocos años.

No se trata sólo de fallas técnicas aisladas, sino de un patrón estructural. Primero, la exclusión epistémica: los Estados toman decisiones hídricas desde oficinas urbanas, aplicando un enfoque tecnocrático que reduce el agua a caudales y concentraciones químicas. Para los pueblos originarios, en cambio, ríos, lagos y manantiales son seres vivos conectados con la salud del territorio. Esa diferencia no es “folclore”: es conocimiento hidrológico milenario que entiende las cuencas como sistemas integrales. Segundo, la desigualdad presupuestaria: mientras una sola planta desalinizadora urbana recibe cientos de millones en inversión, las reservas apenas obtienen fondos para “proyectos piloto” que nunca escalan. Los especialistas más capacitados trabajan para grandes industrias extractivas, no para resolver la crisis hídrica indígena. Y tercero, el imperialismo tecnológico: se importan “soluciones” prefabricadas —plantas de ósmosis inversa, sistemas de cloración, bombas eléctricas— sin consulta real ni adaptación local. No sorprende que fracasen: se instalan sistemas UV en comunidades con cortes eléctricos constantes o plantas de tratamiento en suelos arcillosos que se fracturan cada invierno.

El resultado es un colonialismo hídrico del siglo XXI, disfrazado de progreso científico. La ciencia existe, las soluciones técnicas están probadas, los profesionales están capacitados. Quienes fallamos somos nosotrxs: por aplicar el conocimiento selectivamente, por perpetuar jerarquías coloniales en la distribución de recursos, por confundir tecnología con justicia.

Nuestra generación de científicxs ambientales enfrenta una disyuntiva: ¿seremos parte del problema o de la solución? Contamos con herramientas que antes no existían –modelos de vulnerabilidad de alta resolución, sistemas de monitoreo en tiempo real, infraestructura resiliente al clima—, pero lo más importante es que tenemos algo que generaciones anteriores no tuvieron: la conciencia de que la ciencia sin justicia es estéril.

La salida no es simplemente acumular más tecnología, sino por construir una ciencia decolonizada que reconozca el conocimiento indígena como parte esencial del saber, que priorice la autodeterminación de las comunidades sobre sus aguas, que aplique el conocimiento allí donde más se necesita y que forme profesionales comprometidos con la justicia ambiental, no solo con la excelencia académica.

Norteamérica puede seguir mostrando glaciares, lagos y ríos en conferencias internacionales. Puede seguir graduando especialistas y presentándose como potencia científica. Pero mientras no garantice agua limpia a sus pueblos originarios, su imagen seguirá siendo un espejismo. Tenemos las herramientas para cambiar esta realidad. La pregunta es si tendremos la voluntad ética y política de hacerlo.

El agua no entiende de fronteras ni jurisdicciones. O es un derecho para todos, o seguiremos siendo cómplices de la desigualdad más obscena del siglo XXI. La crisis hídrica en comunidades indígenas norteamericanas no es un problema técnico, sino un espejo de nuestras prioridades como sociedad. Como científicxs del futuro, debemos decidir: ¿reflejaremos justicia o perpetuaremos el colonialismo hídrico?

¿De qué lado de la historia queremos estar?

Foto de portada: Jóvenes del pueblo hopi construyen captadores de agua en Castle Springs. Por Kaibab National Forest – Hopi Youth Springs Project – NKRD 2014, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=84191581


Referencias

  1. CBC News. Kahkewistahaw First Nation still under long-term boil water advisory after 40 years [Internet]. 2023 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.cbc.ca/news/canada/saskatchewan/90-of-saskatchewan-first-nations-have-faced-bad-drinking-water-1.3271622

  2. StoryMaps ArcGIS. The Water Crisis in Canada’s First Nations Communities [Internet]. 2024 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://storymaps.arcgis.com/stories/52a5610cca604175b8fb35bccf165f96

  3. Government of Canada. Neskantaga First Nation and Canada continue to make progress resolving Canada’s longest drinking water advisory [Internet]. 2024 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.canada.ca/en/indigenous-services-canada/news/2024/02/neskantaga-first-nation-and-canada-continue-to-make-progress-resolving-canadas-longest-drinking-water-advisory.html

  4. Navajo Water Project. About the Project [Internet]. DigDeep; 2024 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.navajowaterproject.org/project-specifics/

  5. U.S. Environmental Protection Agency. EPA, Hopi Tribe, federal partners reach milestone for safe drinking water [Internet]. 2022 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.epa.gov/newsreleases/epa-hopi-tribe-federal-partners-reach-milestone-safe-drinking-water-conclude

  6. Hoover JH, Gonzales M, Shuey C, Barney Y, Lewis J. Elevated arsenic and uranium concentrations in unregulated water sources on the Navajo Nation, USA. Int J Environ Res Public Health [Internet]. 2021;18(20):10762. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8506934/

  7. Istmo Press. Viven pueblos mixes más de mil días sin agua y podría desatar crisis sanitaria por COVID-19 [Internet]. 2021 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.istmopress.com.mx/oaxaca/viven-pueblos-mixes-mas-de-mil-dias-sin-agua-y-podria-desatar-crisis-sanitara-por-covid-19/

  8. SEMARNAT. Comunidades zapotecas de Valles Centrales de Oaxaca obtienen derecho a la administración de su acuífero [Internet]. Gobierno de México; 2022 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.gob.mx/semarnat/prensa/comunidades-zapotecas-de-valles-centrales-de-oaxaca-obtienen-derecho-a-la-administracion-de-su-acuifero-289014

  9. Riviera Maya News. Environmental crisis in Yucatán’s cenotes: the Maya aquifer in peril [Internet]. 2022 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.rivieramayanews.mx/environmental-crisis-in-yucatans-cenotes-the-maya-aquifer-in-peril/

  10. Ontario Ministry of the Environment, Conservation and Parks. Grassy Narrows First Nation: Mercury contamination updates [Internet]. 2023 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://www.ontario.ca/page/grassy-narrows-first-nation-mercury-contamination-updates

  11. Geoscientist Online. Global geoscience enrolment [Internet]. 2025 [citado 2025 Sep 28]. Disponible en: https://geoscientist.online/sections/unearthed/global-geoscience-enrolment/