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De barreras geográficas a nuevas especies: El proceso del endemismo

Una de las grandes maravillas del planeta Tierra es su inmensa diversidad. Podemos encontrar todo tipo de formas y colores que componen la vida, pero, algunas de ellas solo se encuentran en una parte aislada o específica del mundo, y a este fenómeno se le conoce como endemismo. Las especies endémicas son grupos biológicos que tienen una limitada área de distribución, y que se distinguen en diferentes escalas geográficas, es decir, pueden ser únicas de un continente, un país, una región, un bioma, o inclusive, de una sola montaña, océano, isla, lago, cordillera, cuenca o en algún otro sitio determinado.

Las especies endémicas suelen ser símbolos nacionales y con gran impacto cultural, como el ajolote y la vaquita marina en México. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado por qué existe el endemismo? ¿Te gustaría conocer acerca de estos maravillosos procesos? ¡Aquí te lo contaré! No sin antes mencionarte que no existe una razón en específico, sino que es el resultado de una combinación de eventos geográficos y biológicos.

Antes de comenzar es importante aclarar el significado del concepto “especiación”, ya que esté será el pilar teórico que explica el proceso del endemismo. La especiación se refiere a cómo se evoluciona un nuevo tipo de especie vegetal o animal. Ocurre cuando un grupo de individuos se separa de otros miembros de su misma especie y desarrolla sus propias características. Aunque existen 5 tipos de especiación, nosotros nos enfocaremos únicamente en la llamada especiación alopátrica por vicarianza, la cual es la primera fase que ocurre en el origen de un endemismo. Esta puede definirse como aquel proceso de creación de una nueva especie por la presencia de una barrera física. Es decir, sucede cuando la población de una especie que solía vivir junta (al mismo tiempo y en el mismo lugar) es separada en dos grupos debido a la formación de una barrera geográfica (puede ser una cadena montañosa, un desierto, un río, un océano, etc.), lo que los aísla uno del otro y les impide reproducirse entre sí e intercambiar genes, debido a que no son capaces de superar esa barrera por sí solos y mantener la comunicación entre ambos lados. Este proceso se observa en la imagen de abajo.

Otra forma de verlo es con ardillitas

En la segunda fase del endemismo, cada especie se desarrolla de manera diferente en función de las demandas de su hábitat o a las características genéticas del grupo que se transmiten a su descendencia. Lo primero se refiere a una adaptación a las condiciones del ambiente en el que quedaron aislados geográficamente (como a la temperatura, las sequías, etc), lo segundo se refiere a que, con el paso del tiempo, los dos grupos separados acumulan diferencias en su ADN, ya sea por mutaciones, por la selección natural o por deriva genética (quiere decir que hay un cambio azaroso en la frecuencia de los genes o alelos y por tanto de diferente composición genética que surge en situaciones fortuitas). Esas diferencias genéticas acumuladas se vuelven exclusivas de cada grupo, dando origen a nuevas especies que siguen caminos evolutivos distintos. Esto es lo que ocurre en las islas, razón por la cual son uno de los principales lugares en donde se encuentran especies endémicas.

Para que puedan consolidarse como especies diferentes, las dos partes deben tener cambios genéticos que se expresan de alguna forma que haga que no se produzcan apareamientos entre ellas o que, de producirse, sean infructuosos. Un pequeño cambio en el desarrollo cronológico, la localización o los rituales de apareamiento podrían ser suficientes.

Es importante mencionar que puede producirse especiación alopátrica incluso si algunos pocos individuos cruzan la barrera y tienen contacto con miembros del otro grupo, porque este proceso no indica que el intercambio o flujo de genes tenga que ser nulo: siempre y cuando haya muy poco flujo génico entre las especies, el proceso se culmina.

Pero, en realidad, para que lo que nazca de este proceso sea una especie endémica, estas especies nuevas no deben ser capaces de dispersarse por sí mismas de forma natural fuera de su nuevo hábitat. Esto puede deberse a las mismas barreras geográfícas que se formaron y que les impiden moverse a otro lado. Por ejemplo, el océano es un obstáculo para los seres que viven en medio de una isla. Otra razón es que las características que adquirieron durante la especiación alopátrica sean para sobrevivir a determinadas condiciones ambientales y que no tengan tolerancia o resiliencia ante otros espacios.

Como hemos visto, las especies endémicas vienen de la evolución de nuevas especies que surgen de un aislamiento geográfico generado por barreras físicas, y una posterior adaptación a las condiciones ambientales de un lado de la barrera y a cambios en el ADN. Estas especies resultantes no pueden moverse por la permanencia de barreras geográficas o porque están adaptadas únicamente a condiciones ambientales específicas.

 

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