Un ciclo sin fin

Apuesto a que todos hemos visto una roca al menos alguna vez; pero, nos hemos preguntado ¿de dónde viene? ¿cuándo se formó? ¿cuál es su historia?

Al inicio, nuestro planeta estaba formado por magma líquido que, con el paso del tiempo, se ha enfriado hasta formar una cuasi-esfera rocosa: la Tierra. Las rocas que conforman más de la mitad de nuestro planeta se mueven y se transforman; tal vez ahora estén bajo nuestros pies, pero en algunos millones de años formarán grandes montañas o se hundirán al interior de la Tierra. A este conjunto de cambios en la historia de una roca se le llama ciclo de las rocas.

Una roca está formada por un montón de minerales que pueden ser tan pequeños que no los distinguimos a simple vista o tan grandes como para extraerlos y hacer joyas. Cada mineral tiene una historial particular: algunos crecen juntos a partir de un magma; otros proceden de lugares muy alejados entre sí, pero el viento los congrega en las dunas de un desierto.

¿Dónde empezar?

Un ciclo es una secuencia de eventos que se repite infinitamente, no tiene principio y tampoco tiene final. Empecemos a describir el ciclo de las rocas en los lugares donde podemos verlas mejor: las grandes cadenas montañosas. Las montañas están formadas por rocas que resultan del enfriamiento de la lava expulsada por volcanes o por rocas que estaban en el subsuelo y fueron levantadas a la superficie. Es gracias a la formación de montañas que las rocas que originalmente estaban en las profundidades de nuestro planeta, sometidas a grandes presiones y temperaturas, salen a la superficie.

Una vez en superficie, las rocas se hallan en un entorno distinto: hay aire, mucha más agua y ¡hay seres vivos! Este cambio brutal provoca que las rocas experimenten sus primeras transformaciones. Imagina que te acaban de regalar un juguete que estaba perfectamente guardado en una caja y protegido de la intemperie -como las rocas en las profundidades de la Tierra-, ¿qué le pasaría a este juguete una vez que empieces a usarlo y lo expongas a los embates de la superficie de la Tierra? ¡Claro! Empezaría a descomponerse. Las rocas que son expuestas a la intemperie se descomponen y los minerales que las conforman se transforman en nuevos minerales que soportan mejor las nuevas condiciones. A este proceso de descomposición de las rocas expuestas a los fenómenos de la superficie terrestre se le llama meteorización. La meteorización hace pedazos a las rocas y las convierte en sedimentos.

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Murck, B. W.

La historia de los sedimentos

La mayor parte de los sedimentos que se forman a partir de las rocas en las montañas serán incorporados por los ríos. Los ríos surcan los continentes y llevan el sedimento desde las montañas hasta el mar. Este proceso de generación y remoción de sedimentos se repite hasta que las montañas desaparecen. Los sedimentos de los ríos pueden terminar al interior de los continentes, en los lagos, o llegan al mar. Las costas y las plataformas continentales son las zonas donde se acumulan casi todos los sedimentos.

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De sedimento a roca

Los ríos llevan sedimentos al mar constantemente, lo que produce un enterramiento progresivo de sedimentos antiguos por los nuevos. Durante el enterramiento, los sedimentos se compactan y cementan para formar una roca sedimentaria. Piensa en la grava y arena que se utilizan para construir; estos granos son convertidos en rocas de nuevo al mezclarlos con cemento y compactarlos para convertirlos en concreto. Un proceso similar a éste ocurre cuando los sedimentos que se depositaban en la superficie son enterrados progresivamente hacia las profundidades de la Tierra.

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Murck, B. W. modificada por Mónica

Nuevas rocas a partir de otras

Imagina que tienes un corte de carne y lo quieres cocinar poniéndolo en una parrilla muy caliente. ¿Qué le pasaría? Sí, tanto su textura como su composición cambiarían. Cuando las rocas son enterradas hasta profundidades considerables, la temperatura aumenta a más de 300°C, por lo que estas se cocinan, sus minerales cambian y sus texturas también, transformándose en rocas metamórficas. Te preguntarás ¿cómo puedo lograr que una roca se hunda hacia el interior de la Tierra lo suficiente para que aumente tanto la temperatura? Los sitios ideales para que esto ocurra son las zonas de colisión entre continentes, donde la capa más externa de la Tierra, la corteza, se engrosa.

Por ejemplo, antes de que se formaran los Himalaya, la India era un continente separado de Asia. Cuando la India chocó con Asia, hizo un efecto de buldócer sobre los sedimentos de la costa y los plegó de tal manera que generó las grandes montañas de los Himalaya. Estas rocas, que procedían de los sedimentos que habían sido enterrados, fueron sometidas a presiones increíbles (¡imagina ser aplastado por un continente!) y sus minerales tuvieron que cambiar nuevamente para adaptarse a esta nueva situación, convirtiéndose en una roca metamórfica.

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Las rocas se derriten si aumentas demasiado la temperatura (más de 800°C). El magma que se forma al derretir las rocas puede permanecer al interior de la Tierra o ser expulsado a superficie en forma de rocas volcánicas. Estas rocas volcánicas formarán edificios volcánicos donde la intemperie hará de las suyas.

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Murck, B. W. modificada por Mónica

El ciclo vuelve a empezar

Actualmente las rocas metamórficas en los Himalaya y las rocas volcánicas del centro de México se descomponen, aportan sedimentos a los ríos, reinician el ciclo sin fin. Con la intervención de los seres humanos, este ciclo ha incorporado otros pasos: las rocas forman parte de nuestras casas, de nuestros aparatos tecnológicos, las coleccionamos en museos, y las transformamos en otros objetos; sin embargo, algún día se incorporarán al ciclo natural nuevamente.